viernes, 24 de julio de 2009

CGT de los trabajadores

Escribí en el 2006, cuando llevaron los restos del general Perón a San Vicente, entre otras cosas:

…En esos años (la década setentista) cantaba/cantábamos “se va a acabar, se va a acabar, la burocracia sindical”, y entonces me dije/nos dijimos, tenemos que dedicarnos a construir un sindicalismo que “represente realmente” a los trabajadores, porque todos somos trabajadores, y estos tipos que criticamos ni son trabajadores ni representan a nadie, sólo les interesan su enriquecimiento personal, su figuración; no dudan en utilizar cualquier medio para conseguir sus fines inconfesables. Pero no pudimos.

Y luego vino la dictadura genocida, y la primavera alfonsinista, y el desastre menemista, y la Alianza disgregadora y... hoy. ¿Y qué pasó con esa burocracia, esa forma de hacer política? Esa burocracia se fue mimetizando, se fue transformando, empezó a utilizar guante blanco, se transformó en “burocracia combativa” según la ocasión. Se acomodó a las políticas de ajuste y del discurso único privatizador y tupacamarizador del Estado, sustentó la flexibilización laboral, y renegó del discurso simbólico y de las realizaciones del peronismo, bancando la resignación del encuentro con el asesino Rojas y el indulto a los genocidas de la dictadura sangrienta.

En ese marco de entrega del patrimonio real y simbólico, de menosprecio por la sangre derramada por los mártires de la lucha popular, esa burocracia se transformó en gerente del ajuste y resignificó del modo más perverso la historia del peronismo, apropiándose de las consignas para difundirlas por celulares y solicitadas, acordándose de Perón y Evita sólo para mostrarlos como íconos vacíos de contenido popular. Con el verso de la caída del Muro de Berlín y la necesidad de actualización comenzaron a comprar campos y caballos de carrera, pareciéndose cada vez más a la oligarquía que tanto detestaba Evita.

Esa burocracia sindical, travestida ahora, recientemente en fervorosa kirchnerista después del 25 de Mayo, es la que organizó el traslado de los restos del general, no para el conjunto del pueblo sino para seguir apropiándose del pasado, ahora con el cadáver del viejo león herbívoro.”

Muy poco cambió, sigo pensando lo mismo…

Y hoy después del 28 de Junio de 2009 los vemos otra vez, (amplificados por la prensa canalla y destituyente) salir a pedir la cabeza de Hugo Moyano, reclamar por una conducción colegiada (¿?) en la CGT.

Mero oportunismo, ¿reunieron a los trabajadores de sus gremios para discutir el tipo de conducción o las políticas a instrumentar?

O solo respetan las conducciones orgánicas!??

Son los conocidos de siempre, Lezcano, West Ocampo, Cavalieri (¿no parece el gerente de una multinacional?), los otrora jóvenes brillantes del menemismo (Rodríguez Larrea, Martinez)

Barrionuevo, Pedraza?!!

Solo falta Triacca (que en paz descanse), el tal Venegas (bandido rural aliado a los grandes terratenientes y a Solá).

La mayoría han hecho carrera en sus gremios ¿cuántos años hace que están?

Mi abuela era chica y ellos ya estaban.

Pero llegaron a gerentes, ese cargo es incompatible con la defensa de los trabajadores.

¿Fueron elegidos por los trabajadores de cada gremio? o como los empleados de comercio por ejemplo, que saben el resultado antes de la elección?

Estamos en problemas.

Son los trabajadores de cada gremio, de cada actividad los que deben intervenir en su propia historia sindical.



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